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Síndrome del bolsillo trasero
8 de cada 10 personas sufren de al menos un episodio de dolor de espalda en algún momento de sus vidas. Los problemas de espalda son casi siempre la consecuencia de algún tipo de estrés, puede ser mecánico, químico o emocional.
Hoy os quiero hablar de una forma de estrés mecánico, que puede ser desconocido para muchos, pero que tiene enormes implicaciones en la aparición del dolor de espalda en la población general, especialmente la población masculina.
Se trata de una práctica muy común entre los hombres, caminar llevando su cartera en el bolsillo trasero y sentarse en ella mientras conduce, come o descansa. Para la mayoría de los hombres, esta es una costumbre de muchos años, algo a lo que están acostumbrados y que no parece tener consecuencias.
Desafortunadamente, no es así. La columna vertebral humana es una estructura de soporte de peso segmentaria, que funciona como un todo cuando está bajo carga. Como tal, la posición y la estabilidad de un segmento depende, necesariamente, de la posición y la estabilidad del segmento a continuación.
Si descendemos de la columna vertebral hasta su nivel más bajo, nos encontramos con el hueso sacro, anidado entre dos articulaciones sacro ilíacas, formando el sótano sobre el cual, toda la columna vertebral se asienta.
Es de vital importancia para la pelvis y el sacro estar lo más nivelado posible para no afectar el resto de la estructura. Por desgracia, la colocación de una cartera, es decir, una gran cuña llena de tarjetas de crédito, dinero en efectivo y monedas, en una de las nalgas, provoca una rotación, por lo tanto, un desajuste en el sótano de la columna vertebral.
Siempre que la base de la columna se acuñe hacia un lado, la totalidad de la columna se verá afectada del lado más bajo, como en la torre de Pisa. Sin embargo, nuestro cuerpo tiene mucha más plasticidad que la antigua torre italiana de mármol, por lo que con el tiempo se compensa la anomalía en la alineación de su base y se curva la columna vertebral hacia el lado opuesto para compensar y estabilizar.
Las consecuencias a largo plazo pueden ser: escoliosis funcional, el estrés postural y de la médula, así como la carga inadecuada de los discos intervertebrales. Los resultados pueden variar de degeneración precoz de la columna vertebral, a protrusiones discales y hernias de calcificaciones estructurales. Por otra parte, la presión continua sobre la zona de los glúteos también puede inflamar crónicamente estructuras locales, lo más importante es el nervio ciático a lo largo de su curso de la pierna y el pie, causando dolor ciático en la pierna, hormigueo y entumecimiento.
Si actualmente tienes la costumbre de llevar tu cartera en el bolsillo trasero, ¡hoy es el día para dejar de hacerlo!
