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La importancia del descanso adecuado y
cómo la quiropráctica puede ayudar
Dormir es una actividad de vital importancia para el cuerpo humano, y la de cualquier animal vivo. Cuando dormimos, la disminución del nivel de conciencia y el cese de las actividades voluntarias, permiten al cuerpo recuperarse, regenerarse y crecer. La mayoría de los sistemas del cuerpo, incluidos el sistema inmunológico, nervioso, esquelético y muscular; muestran durante este proceso, un mayor estado anabólico, lo que facilita los procesos de crecimiento, reparación y rejuvenecimiento.
Los discos intervertebrales en nuestra columna vertebral se someten a la rehidratación diaria durante toda la noche, lo que permite a la columna vertebral recuperarse de la carga axial que ha recibido durante todo el día y estar lista para aguantar otras nuevas cargas al día siguiente. En una columna vertebral sana, este proceso de rehidratación puede aumentar la altura corporal de hasta 1,5 cm en la mañana cuando se compara con la altura de la noche anterior.
Lamentablemente, algunos de los problemas para dormir, como insomnio, calambres nocturnos y dolor de espalda, pueden afectar la cantidad y calidad de sueño que una persona necesita cada noche y, posteriormente, su salud general. Afortunadamente, el cuidado quiropráctico puede ayudar! A continuación te explicamos cómo:
En primer lugar, un buen sueño requiere de una columna correctamente alineada.
De hecho, los desajustes en la columna vertebral, conocidos como subluxaciones vertebrales, presionan innecesariamente las raíces nerviosas que salen de la columna vertebral y pueden afectar el descanso de los músculos, causando contracciones involuntarias conocidos como calambres. Dependiendo de la raíz del nervio afectado y los músculos que inerva, las subluxaciones vertebrales pueden afectar a casi cualquier músculo del cuerpo.
Además, las subluxaciones vertebrales restringen los movimientos segmentarios normales de la columna vertebral, haciendo que cualquier movimiento normal del cuerpo al girar en la cama, sea muy incómodo. Esto puede causar problemas para conciliar el sueño, así como también interferir con la cantidad y calidad del mismo, especialmente si el malestar es tal, que despierta la persona durante la noche.
Una vértebra subluxada, afecta directamente al disco intervertebral, dificultando su normal proceso de rehidratación durante la noche. Esto a su vez, disminuye la capacidad de carga axial del propio disco y aumenta la probabilidad de lesiones y degeneración.
Finalmente, las subluxaciones vertebrales también pueden afectar el funcionamiento correcto del sistema nervioso autónomo (simpático y parasimpático), que modula el metabolismo y coordina el funcionamiento de los órganos internos de nuestro cuerpo. Esto puede conducir a una serie de trastornos del sueño, incluyendo insomnio, calambres, piernas inquietas, etc., pudiendo causar serios problemas de salud.
