James Birdseye (quiropráctico):
Cuando era niño me fascinaba la biología humana, el cuerpo humano y la forma en la que el cuerpo funciona y mantiene a sí mismo. No sabía lo importante que era tener una columna vertebral y un sistema nervioso sanos para gozar de buena salud; hasta que un día un quiropráctico trató a mi madre, que tenía severos problemas columna, y gracias al tratamiento quiropráctico, ella pudo evitar someterse a una cirugía de columna. Fue entonces cuando la quiropráctica realmente llamó mi atención: porque era eficaz, no incluía medicación o cirugías y en conjunto con una buena dieta y ejercicio físico, cualquier persona podría vivir una vida plena.
Decidí estudiar quiropráctica para comprender más sobre el funcionamiento del cuerpo humano y adentrarme en el mundo de la quiropráctica. Al finalizar mis estudios, viajé a Costa Rica como voluntario y allí tuve la oportunidad de ejercer como quiropráctico en una sociedad completamente diferente a la que estaba acostumbrado. Fue una experiencia maravillosa que terminó por despertar mi pasión por la quiropráctica y servir a los demás.
En los años que siguieron de ejercicio de mi profesión me he sentido muy privilegiado por poder ayudar a más y más pacientes que descubren día a día las ventajas del cuidado quiropráctico.
Natalia Esnal Cardozo (asistente de quiropráctico):
Siento que la quiropráctica ha cambiado mi vida, y no solo la mía, sino la de toda mi familia. Estoy recibiendo cuidado quiropráctico desde el año 2009 y siento que desde que desde entonces he vuelto a ser yo misma. En el testimonio que escribí cuando terminé la fase intensiva hablaba de mis vértigos, mis dolores de cabeza, y de lo rápido que fueron desapareciendo a lo largo del tratamiento, pero hoy lo que quiero contar es lo que la quiropráctica significa para mí desde entonces.
He conectado con mi YO, vuelvo a sentirme completa para ser feliz y para hacer lo que me proponga, tengo energía, mucha energía! Tengo también una condición física que me permite hacer cosas que antes no podía. Luego de haber experimentado este cambio, siento que todos tenemos derecho a tener una vida saludable, a sentirnos bien con nosotros mismos, a estar sanos para poder disfrutar de la vida y de los demás.
La quiropráctica me encontró primero como paciente y ahora sé que es esto lo que quiero hacer, porque cada día de trabajo es un goce para el alma, porque me encanta escuchar decir "estoy mejor" a aquel que vi sufrir; porque quiero que todos podamos ser felices.
María Delia Deluca (asistente de quiropráctico):
Una vez alguien me dijo que “uno no busca la quiropráctica, ella te encuentra”. Pues así fue en mi caso, sin saber absolutamente nada de nada sobre el tema, un día me ofrecieron trabajar como asistente en un centro Quiropráctico. Sin pensarlo mucho, acepté y al poco tiempo descubrí todo un mundo nuevo sobre el cuidado de nuestra salud, pero sobre todo, descubrí que podía cambiar mi vida para siempre y hacerla mucho mejor. Mirando hacia atrás entendí que había pasado muchos años llevando una vida poco equilibrada y teniendo hábitos que no sólo me estaban destruyendo física, sino también emocionalmente. Desde que me adentré en el mundo de la quiropráctica y comencé a recibir cuidado quiropráctico de manera regular, todo a mí alrededor comenzó a transformarse y a tomar un mejor rumbo. Me siento más activa y cargada de energía. Todo mi cuerpo funciona a su máximo potencial y eso me hace sentir viva, sana y libre. Todo el mundo necesita cuidado quiropráctico, porque todo el mundo puede dar mucho más de lo que se imagina y nuestro cuerpo está preparado para ello. Despierta el poder de tu cuerpo!
James Birdseye ha estudiado cinco años de carrera Quiropráctica en el Anglo-European College of Chiropractic en Bournemouth, Inglaterra. Cuenta con más de 250 horas de asistencia en Seminarios sobre la Técnica Gonstead de Quiropráctica, entre otras, y a su vez es miembro activo de la Asociación Española de Quiropráctica (AEQ).
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