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¡Mi hombro esta envejeciendo!
Lo que normalmente llamamos hombro es en realidad un conjunto de articulaciones que se combinan con ligamentos, tendones y músculos para permitir una amplia gama de movimiento en el brazo, por ejemplo, para poder rascarnos la espalda o simplemente poder tirar de las cortinas y abrir la ventana.
La movilidad en los hombros tiene su precio, por lo tanto, con el paso de los años, puede conducir al aumento de problemas como: inestabilidad, pinzamientos del tejido blando o simplemente problemas en la estructura ósea del hombro, lo que normalmente se manifiesta a través del dolor. Quizá solo podamos detectar el dolor al mover el hombro, o incluso todo el tiempo. Esto varía según qué parte de la articulación se encuentre afectada... si es que el hombro es el principal problema. Así que, ¿cómo es posible tener dolor en el hombro cuando no hay nada de malo en él? La respuesta está en el cuello. El cuello tiene completo control sobre el hombro: le dice al hombro cuando moverse y le permite al cerebro saber cuando algo no funciona correctamente a través del dolor.
En pocas palabras, si usted corta los nervios que salen del cuello y se encargan de llevar información desde su cerebro al hombro, pues no sería capaz de mover ni el hombro, ni el brazo, ni la mano. Tampoco sería su cerebro capaz de recibir ningún mensaje del brazo o el hombro. Especialmente los mensajes de dolor, temperatura y tacto.
Encontrar nervios pinzados en el cuello o cervicales, es algo muy común, y lo vemos frecuentemente en nuestra consulta. Estos nervios 'pinzados' pueden enviar sensaciones de dolor al hombro y/o hacia todo el brazo, codos e incluso manos. Otros síntomas comunes incluyen hormigueos, entumecimiento y debilidad muscular. Cuando un nuevo paciente llega a nuestra consulta con dolor de hombro, lo primero que nuestro quiropráctico querrá averiguar, será saber exactamente cuál es el problema; ya sea el cuello, los hombros o las dos cosas a la vez. El quiropráctico hará un examen exhaustivo del hombro, brazo, columna vertebral, médula espinal, analizará la postura general del paciente, realizará pruebas neurológicas y también ortopédicas. En algunos casos también pueden ser necesarias radiografías. Una vez que toda la información vital se haya recopilado, preparará un informe completo de sus hallazgos para finalmente poder comenzar con el tratamiento. La gran mayoría de los pacientes con problemas en los hombros y/o cervicales responden muy bien con tratamiento quiropráctico.